miércoles, 27 de febrero de 2008

Bajo el calor de RA





Tras un viaje a Paris, y estar observando las maravillas de Egipto en el Louvre, me he dado cuenta de que tenía que hablar sobre su magia, tanto en arquitetura, pintura, escultura y demás. Un aspecto importante de la egiptología son sus jeroglíficos. ¿A quién no le gustaría tener un códico secreto? Pues a mi es algo que me llama mucho la atención, y por eso, he pensado en crear este blog dedicado a todo ello.

La historia de Egipto fue la más larga de cuantas civilizaciones antiguas florecieron en torno al Mediterráneo, extendiéndose casi sin interrupción desde aproximadamente el año 3000 a.C. hasta el siglo IV d.C. La naturaleza del país, desarrollado en torno al Nilo que lo baña y fertiliza, junto al casi total aislamiento de influencias culturales exteriores, produjo un estilo artístico que apenas sufrió cambios a lo largo de sus más de 3.000 años de historia. Todas las manifestaciones artísticas estuvieron destinadas, básicamente, al servicio del Estado, la religión y el faraón, considerado como un dios sobre la tierra. Desde los primeros tiempos, la creencia en una vida después de la muerte dictó la norma de enterrar al muerto con sus mejores pertenencias para asegurar su tránsito hacia la eternidad. La regularidad de los ciclos naturales, la crecida e inundación anual del río Nilo, la sucesión de las estaciones, y el curso solar que provocaba el día y la noche fueron considerados como regalos de los dioses a las gentes de Egipto. El pensamiento, la moral y la cultura egipcios estuvieron arraigados en un profundo respeto por el orden y el equilibrio. El arte quería ser un arte útil; no se hablaba de piezas u obras bellas, sino eficaces o eficientes. El cambio y la novedad nunca fueron considerados como algo importante por sí mismos; así, el estilo y los convencionalismos representativos del arte egipcio establecidos desde un primer momento continuaron prácticamente invariables durante más de 3000 años.

Para el espectador contemporáneo el lenguaje artístico egipcio puede parecer rígido y estático; su intención fundamental, sin embargo, no fue la de crear una imagen real de las cosas tal como aparecían, sino captar para la eternidad la esencia de la persona, animal u objeto representado.

Des de una óptica inexperta del tema, me gustará comentar aquí algunos secretos de la simbología de Egipto, de sus milenarias obras...Por que para mí tienen mucho significado, y sobre todo me emocionan.




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